Caminaba
por un sendero solitario donde solo se escuchaba el susurro del cultivo de los campos y el
cantar de las aves y el sonido del aire y esa corriente del Rió en esos momentos de
quietud.
Escuche
una voz que decía soy yo.
¿Quién
eres?
¡Soy
el tiempo!
Yo
le dije olvidarme
El
me contesto
¿Estoy
aquí?
Para
recordártelo otra vez.
El
tiempo nunca pasa sin saber que está presente en cada instante de nuestra vida.
Autor
José Ramón
El tiempo, este metal precioso, que a veces vuela deprisa y a veces se hace lento y pesado. según las circunstancias de cada persona.
ResponderEliminarMuy buena esta entrada.
Enhorabuena, Montserrat
Buena entrada ,el tiempo hay el tiempo cuando uno se hace mayor pasa demasiado deprisa
ResponderEliminarUn abrazo
O melhor é aproveitar todo o tempo que nós temos, sem desperdícios... adorei a imagem!
ResponderEliminarMuitos beijos.
El tiempo corre, llega y no se detiene, sigue sin previo aviso, sin pedir permiso y en él nos envuelve, en su mecanismo, en su presente, en su futuro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenas noches José Ramón:
ResponderEliminarPasa por mi blog a buscar un premio, que dejo para ti.
Recibe mi ternura
Sor.Cecilia
Hace poco tiempo leí algo que decia:
ResponderEliminarel tiempo es ilusión lo unico que existe es el presente
un saludos
Como siempre la imaginación y la belleza preside siempre tus composiciones de la índole que sean.
ResponderEliminarUn abrazo José Ramón
El tiempo, ese tictac del reloj que nos recuerda que se va entre nuestras manos, cual arena si abrimos un poquito los dedos. De nuestra parte queda aprovecharlo al máximo sin malgastarlo...
ResponderEliminar