Caminaba
por un sendero solitario donde solo se escuchaba el susurro del cultivo de los campos y el
cantar de las aves y el sonido del aire y esa corriente del Rió en esos momentos de
quietud.
Escuche
una voz que decía soy yo.
¿Quién
eres?
¡Soy
el tiempo!
Yo
le dije olvidarme
El
me contesto
¿Estoy
aquí?
Para
recordártelo otra vez.
El
tiempo nunca pasa sin saber que está presente en cada instante de nuestra vida.
Autor
José Ramón