En Blanco y negro
¿Cuántas horas nos pasamos juzgando?
Nos pasamos muchos días de nuestra vida especulando todo lo que percibimos.
Y evaluando entre el bien y el mal, bonito y feo, alto y bajo, esa persona me cae bien o mal y todo lo hacemos mirando todo desde una estructura mental que tenemos establecida.
No se puede juzgar a primera vista a las personas sin conocerlas.
La mente camina más deprisa que nuestros actos.
Y por eso hay que frenar para que la mente no domine nuestra naturaleza humana.
Autor: José Ramón
que hermoso por favor!!!!!gracias...
ResponderEliminarun abrazo
lidia-la escriba
blog actualizado
Hola, José Ramón
ResponderEliminarJuzgamos muy a la ligera, tras una simple impresión. Debemos aprender a escuchar, a valorar y a aceptar a las personas tal y como son. Sobre todo, comenzando por nosotros mismos.
Bonita reflexión.
Besotes.
Justamente.
ResponderEliminarbeautifully said...love and see for what we are inside....
ResponderEliminarwonderful photograph!
No juzgar y sobretodo no condenar a la ligera. Un beso.
ResponderEliminarBuena reflexión en tu comentario.
ResponderEliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarHay que desechar los juicios marcados por la mente. ¿quién nos creemos que somos?...
Un abrazo.
Yo prefiero desconfiar para estar alerta por las dudas, si me equivoco; pido disculpas y empiezo poco a poco a confiar.
ResponderEliminarUn gran abtazo
Ay JR. Me encanta cuando cogitas sobre la vida. Eres "viento en las venas de las cosas".
ResponderEliminarEl caso paradógicamente, y valga la redundancia, es que debe ser la mente el timón que nos gobierne.
ResponderEliminarLa cuestión, o si se prefiere la estrategia, estriba en ejercitar el dominio sobre los propios pensamientos.
Lo demás, el juicio que nos merecen las personas es inevitable.
No es menos cierto ese famoso aforismo, ya del Evangelio, "Por los frutos los conoceréis".
No está mal hacerse para sí cada cual su particular enjuiciamiento de las personas.
Muy interesantes tus reflexiones, JRamón.
Un abrazo
Me encanta!! todo tan cierto , y es que cuando se abre la boca casi siempre es para juzgar o criticar, es mejor disfrutar del silencio cuando no es bueno lo que se va a decir! Un abrazo!!
ResponderEliminarHola José Ramón...excelente consejo. Ciertamente no deberíamos juzgar a los demás. Sólo Dios es juez. Recibe un afectuoso saludo.
ResponderEliminartema para reflexionar. nos falta humildad, exigimos comprención cuando a veces so somos capaces de ofrecerla. juzgar es más fácil que perdonar.
ResponderEliminarun saludo
marian